10 mayo, 2007

EL SANTISIMO SACRAMENTO


El documento más antiguo del que se tiene referencia en la Hermandad lo constituye unas Constituciones (Reglas) aprobadas el 2 de Enero del año 1773 por el Obispo D. Claudio Sánchez y Torres, como consecuencia de los decretos de aprobación eclesiásticos del año anterior mediante Bula del R.P. Prior General de la Orden de Servitas Fray Francisco Raymundo Adán, de fecha en Roma en el Convento de San Marcelo de 1 de Abril de 1772, lo que acredita que es este 1773 el año fundacional de esta Ilustre Hermandad. Por tanto, es la Cofradía decana de la ciudad. Se fundó bajo la tutela de la Orden Tercera de los Padres Servitas (Siervos de María), que regían la Iglesia de Santiago para dar culto a una imagen de la Virgen de los Dolores donada por el Beneficiado y Presbítero D. Manuel de Bargas, que ya recibía culto con anterioridad en la Parroquia de Santiago Apóstol. Se unió a la Hermandad Sacramental ya existente en la Parroquia, a cuyo Titular el Santísimo Sacramento, se le ha venido dando culto en las Constituciones (Reglas) de la cofradía desde entonces. En el título o denominación de la Hermandad siempre ha figurado en primer lugar el Santísimo Sacramento.
Las antiguas Constituciones (Reglas) de 1772 fueron reformadas en 1829, haciéndose constar en su aprobación por el Obispo D. Antonio Pérez Minayo que eran “iguales a las antiguas sin otra reforma que la respectiva a derechos parroquiales, desde luego debíamos aprobarlas y las aprobamos cuanto ha lugar en derecho, encargando y exhortando a los hermanos que se comporten con arreglo de costumbres y frecuencia de sacramentos y con el celo y devoción debida al Santísimo Sacramento y a la Santísima Virgen en sus Misterios Dolorosos”.
Estas Constituciones (Reglas) eran en número de 20, proponían la práctica de actos en obsequio y culto de Jesús Sacramentado y su Madre Dolorosa, conteniendo en la 1ª, "Es constitución que la imagen de Ntra Sra. De los Dolores, que con sus vestidos fue costeada por D. Manuel de Bargas Beneficiado que fue de la misma Parroquia y cedió a esta Hermandad para siempre, ha de estar bien cuidada, con el culto y decencia debida a costa de la misma hermandad."
En su 4ª, “Es constitución que esta Hermandad ha de asistir en corporación a los oficios del Jueves y Viernes de la Semana Mayor, recibiendo todos la sagrada comunión en los del Jueves...”
En su 6ª, “Es constitución que concluidos los oficios del Jueves Santo han de quedar por obligación dos hermanos y dos hermanas acompañando por turno, de media en media hora hasta la conclusión de los del Viernes, a Jesús Sacramentado, cuya distribución entre todos los hermanos será obligación del Secretario...”
En su 7ª “Es constitución que luego que quede expuesto el Santísimo, han de colocarse en el sitio oportuno seis blandones en sus respectivos hacheros, cuyas luces serán de cargo de la Hermandad."
En su 9ª “Es constitución que en los nueve días acostumbrados ha de celebrarse la novena de Ntra. Sra. Y en el Viernes septem dolorum misa cantada, con manifiesto sermón y mayor solemnidad posible... "
En su 20ª “Es constitución la de citar doce hermanos para que éstos lleven doce hachas que precisamente han de acompañar al Santísimo cuando salga por tráfico para alguno de los hermanos o hermanas, dentro o fuera de la parroquia. (es decir, cuando se les llevara la comunión). "

En los actuales Estatutos (Reglas o Constituciones) aprobados el 23 de Septiembre de 1993 por el Sr. Obispo D.Rosendo Alvarez Gastón, se establece en su artículo 1º: La Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores (vulgo Soledad), es una asociación de fieles cristianos conscientes de su pertenencia a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana con el fin primigenio de promover el culto público a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a la Santísima Virgen y a los Santos.
En su artículo 3º: Las Sagradas imágenes Titulares de esta Hermandad son la Virgen de los Dolores. Representa la Soledad de la Santísima Virgen María a la vuelta del Sepulcro, transida de dolor por la muerte de su Hijo, Nuestro Señor Jesucristo... San Juan Evangelista.
En su artículo 7º: En lo que se refiere a los fines de la Hermandad, se establece como principal e indispensable la promoción del culto público y asiduo al Santísimo Sacramento de la Eucaristía, a los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, a la Santísima Virgen María como mediadora universal y a los Santos de la Santa Madre Iglesia. Especialmente se deberá de promover el culto público de la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad y del Apóstol San Juan Evangelista.

El Sacramento de la Eucaristía es uno de los sacramentos de la Iglesia, que hacen referencia a los momentos y decisiones de la vida de los creyentes y de la comunidad en los que tenemos la presencia viva y llena de gracia de Jesucristo. En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía están "contenidos verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el alma y la divinidad de nuestro Señor Jesucristo, y, por consiguiente, Cristo entero" (Concilio de Trento).
En el culto eucarístico participamos a través de la celebración de la Santa Misa o en la adoración ante el Sagrario. La Eucaristía, la Santa Misa, debe ser para nosotros el centro y cumbre de la vida cristiana. “Es la cumbre a la cual tiende la actividad de la Iglesia y al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (Concilio Vaticano II).
La Eucaristía es efectivamente, Jesús que permanece en medio de nosotros de forma verdadera y real, aun cuando ante nosotros aparezca bajo los signos sacramentales del pan y del vino.... La Eucaristía es así el punto privilegiado del encuentro del amor de Cristo hacia nosotros.
Puesto que Cristo mismo está presente en el sacramento del Altar es preciso honrarlo con culto de adoración. "La visita al Santísimo Sacramento es una prueba de gratitud, un signo de amor y un deber de adoración hacia Cristo, nuestro Señor". El culto eucarístico fuera de la Misa lo hacemos ante el Sagrario y en la Exposición. Nuestra vida espiritual se tiene que nutrir de la contemplación del Señor en la Eucaristía.
Para los miembros de la Hermandad no es desligable de una parte la celebración de la Santa Misa y el culto eucarístico y de otra la representación de la pasión y muerte del Redentor. Por ello como cristianos debemos participar en la Misa de cada domingo, y como miembros de esta Hermandad especialmente en la que se celebra cada primer sábado de mes en la Parroquia de Santiago como culto establecido en las reglas, así como la oración ante Jesús Sacramentado en el Sagrario y ante el Monumento del Jueves al Viernes Santo.

Nuestra Señora de los Dolores






Nuestra Señora de los Dolores es una imagen de vestir, obra del escultor villarrealense afincado en Madrid D. José Ortells Ramos, 1887-1961, catedrático de modelado de la Escuela Central de Bellas Artes de Madrid, realizada en el año 1941. Dicha imagen es copia fidelísima de la destruida en el año 1936, atribuida tradicionalmente al murciano Salzillo, aunque fuentes más fidedignas la atribuyen a la escuela granadina del siglo XVIII dentro del circulo de José de Mora. La imagen fue reproducida por el imaginero en base a fotografías facilitadas por hermanos.

Para su reproducción en talla de madera se le envían dos fotografías y varios croquis del manto, saya, corona y una descripción de la imagen que se realiza por carta enviada por D. Antonio Ramón Hernández en nombre de la Ilustre Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de los Dolores a don José Ortells el 29 de agosto de 1940:

“Tenía los ojos de vidrio. No tenía cabellera alguna, puesto que el rostrillo de encaje la tapa desde media frente hasta debajo de la barba. El color de su carne era blanca. Las mejillas un poco sonrosadas y las lágrimas de vidrio. Tenga Vd. en cuenta por la posición de la cabeza, que la imagen representa el séptimo dolor”.

Posteriormente mediante carta de D. Joaquín Martínez Sánchez el 12 de septiembre de 1940 le hacen llegar el patrón del corpiño que la imagen vestía para que le sirva de guía de las medidas del candelero.

Fue restaurada por el profesor de la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, D. Juan Manuel Miñarro en el año 1993.

La imagen fue bendecida en su festividad el día 15 de septiembre de 1941.


Insignias más significativas:

Diadema, en oro de ley de la Señora, donada por los Exmos. Sres. Marqueses de Torrealta en el año 1856, restaurada en los talleres de Aragón de Motril en 1992.



Manto de salida de Nuestra señora bordado en oro sobre terciopelo negro, que lleva prendidas esmeraldas y rubíes, donado por los Señores de Barbarín en el año 1835, restaurado por las R.R.M.M. Adoratrices en 1925.



Saya y manto de capilla, del mismo estilo y bordados del manto de salida (anónimos), el manto de capilla fue pasado el bordado a nuevo terciopelo en 1989 por las R.R.M.M. Esclavas del Santísimo Sacramento de Almería.


Corazón con los siete puñales representativos de los Siete Dolores en oro de ley y rubíes donada por los hermanos y devotos de Ntra. Señora. Rosario en plata de ley. (Autor anónimo).


San Juan Evangelista

Fotógrafo: Guillermo Méndez Sánchez

Fotógrafo: Guillermo Méndez Sánchez

La actual imagen de San Juan Evangelista fue realizada por D. Juan Manuel Miñarro López en 1997, y bendecida el 21 de marzo de 1997.

(texto extraído de la memoria para la realización de San juan Evangelista por el imaginero Juan Manuel Miñarro)

"...Para la imagen de S. Juan que se me ha propuesto considero que aunque debo partir de la escuela barroca del XVII, con unas características iconográficas bastante definidas, también puedo hacer una concesión a la creatividad. Para ello nada mejor que la utilización de un modelo vivo de determinada fisonomía, que preste aquellas características definitorias y esenciales pero con la personalidad y valor expresivo del retrato escultórico. Desprecio la fisonomía de carácter arquetípico tan utilizada en nuestros días como patrones que se han usado hasta la saciedad, dando lugar a un estereotipo exento de creatividad. Pienso que en la representación de las figuras secundarias de la pasión es este el único camino de aportación. Como contrapartida entiendo que la iconografía de Xto. no permite tantas revisiones, pues el arte nos ha ofrecido, lo que podríamos llamar el retrato oficial de Jesús.

Tras esta consideración relativa a criterios estéticos, pasemos a determinar características físicas y materiales:

Se trata de realizar una imagen de vestir de tamaño natural, aproximadamente 1,70 cm. El soporte de todo ello sería la madera de cedro, excepto la peana que sería de pino Flandés.

Terminación de talla escultórica en cabeza, manos y piernas hasta las rodillas, el resto se trataría como un maniquí con anatomía simplificada.

La policromía al óleo, con la técnica del pulimento brillante, abarcaría toda la terminación escultórica, lo correspondiente al maniquí se pintaría con color plano.

Brazos articulados de sistemas de rótulas, realizados en cedro.

Peana riostrada de doble tablero y ángulos..."


Hasta 1997 procesionaba la imagen que en 1946 talló el taller de D. Jesús de Perceval y que conserva la Hermandad.